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Madrid, un paseo por las nubes ( dia 1 el Madrid de los Austrias )

Cuando llegas a esta ciudad te das cuenta de porque los madrileños decimos, de Madrid al cielo y un agujerito para verlo.


Madrid está lleno de historia, arte y cultura. A medida que vas caminando por las calles de esta hermosa ciudad, vas encontrándote con edificios históricos, algunos, como el actual Palacio de Telecomunicaciones, con misterio y leyendas de fantasmas, otros, con remembranzas silentes de antiguos escritores ilustres, pero no nos adelantemos y acompañadme a descubrir, poco a poco, cada uno de sus rincones, si no todos, al menos los que no podéis perderos, si vais de visita a la ciudad que no duerme.


Empecemos por recorrer el Madrid de los Austrias y el barrio de la Latina. Para los más caminantes lo extenderemos hasta el templo de Deboh, precioso monumento egipcio, donado a la ciudad en 1968, que tiene una antigüedad de 2.200 años.

Por Madrid de los Austrias, también llamado barrio de los Austrias, se conoce una amplia zona de la Madrid, correspondiente al primitivo trazado medieval de la ciudad y a la expansión urbanística iniciada por los monarcas de la Casa de Austria, a partir de los reinados de Carlos I y, especialmente, de Felipe II, que, en el año 1561, estableció la Corte en Madrid. A efectos turísticos, el nombre se emplea para promocionar los conjuntos monumentales, que representan aproximadamente una cuarta parte de la citada zona. Según esta perspectiva, la expresión se emplea para designar la evolución, preferentemente urbanística, de la ciudad entre los reinados de Carlos I (r. 1516–1556), el primero de los Austrias, y Carlos II (r. 1665–1700), con el que se extinguió la rama española de esta dinastía.


A mí me gusta comenzar este paseo en la Puerta del Sol, o también el km 0 de la ciudad, donde el 31 de diciembre, miles de personas, llegadas de todos lados se juntan para tomar las uvas (costumbre española de tomar 1 uva por cada campanada del reloj que despide el año y así, entrar con buena suerte el año nuevo). De ahí partimos a la calle mayor. La calle Mayor fue una de las más importantes del Madrid de los Austrias, al comunicar la zona del Real Alcázar con la Puerta del Sol y, desde aquí, con los caminos de Alcalá de Henares y de los Jerónimos, dos de las principales salidas de la ciudad.

Puerta del Sol

Plaza de la Villa




Caminando por la calle mayor, en dirección este/oeste llegamos al a Plaza de la Villa, uno de los núcleos más transitados del Madrid medieval, por su ubicación a medio camino entre la Puerta de Guadalajara y la de la Vega. En ella destaca la Casa de Cisneros, levantada en 1537.


Durante todo el recorrido puedes ir viendo edificios históricos maravillosamente conservados.





Teatro Real

De ahí, en dirección norte, nos dirigimos al Plaza de Oriente (diseño de 1844) y aquí nos cautiva la belleza de dos de los edificios más relevantes de la capital: su contorno occidental lo delimita el Palacio Real y el oriental el Teatro Real.

Palacio Real

Su cara norte la conforma el Real Monasterio de la Encarnación

Monasterio de la Encarnación










Siguiendo por la Calle Bailén, en dirección Norte a mano izquierda, se alza precioso el templo de Debod (si podéis visitarlo al atardecer, es cuando mas bonito y romántico se ve).

Templo de Debod

Y a mano derecha nos encontramos con la Plaza de España, para mí, de las partes más bonitas de Madrid, que hace esquina con la famosa Gran Vía, una de las calles con más ambiente de toda la ciudad.








Volvemos sobre nuestros pasos por la calle Bailén, pero esta vez por la cara oeste de la plaza de Oriente.y pasamos por la parte frontal del Palacio Real, la plaza de la Armería y nos acercamos al viaducto de Madrid, fabricado en 1874, como deseo de un proyecto que prolongase la Calle de Bailén y uniese la zona del Palacio Real con la de San Francisco el Grande y las Vistillas, salvando el marcado desnivel por el que antaño transcurrió el Arroyo de San Pedro, pero tuvo una inauguración prematura cuando aún no estaba terminado, pues se utilizó para el paso de la comitiva fúnebre que trasladó los restos de Calderón de la barca, desde San Francisco el Grande a la Sacramental de San Nicolás. A mano derecha se levante hermosa y única la Catedral de la Almudena (podéis visitarla por dentro, el techo es una obra de arte).

Pasamos por la parte frontal del Palacio Real, la plaza de la Armería y nos acercamos al viaducto de Madrid, fabricado en 1874, como deseo de un proyecto que prolongase la Calle de Bailén y uniese la zona del Palacio Real con la de San Francisco el Grande y las Vistillas, salvando el marcado desnivel por el que antaño transcurrió el Arroyo de San Pedro, pero tuvo una inauguración prematura cuando aún no estaba terminado, pues se utilizó para el paso de la comitiva fúnebre que trasladó los restos de Calderón de la barca, desde San Francisco el Grande a la Sacramental de San Nicolás. A mano derecha se levante hermosa y única la Catedral de la Almudena (podéis visitarla por dentro, el techo es una obra de arte).










Ya nos queda poco, ánimo, que casi se acaba el recorrido y podremos disfrutar de unas tapas con unas cervezas en la famosa Plaza Mayor, no os pareis ahora.










Seguimos por la calle Bailén, hasta encontrarnos de nuevo con la calle mayor, donde doblamos a mano izquierda y en la suiguiente calle a la derecha, en busca de la plaza de la Paja (al final de la calle Costanilla de San Andrés) donde veremos uno de los monumentos de mayor valor arquitectónico y escultórico del reinado de Carlos I, de los que se conservan en Madrid: La Capilla del Obispo, es uno de los pocos ejemplos de arquitectura gótica existentes en Madrid. Fue levantada entre 1520 y 1535, para albergar los restos mortales de san Isidro Labrador (patrón de Madrid) y aunque por afuera no dice nada, por dentro es una auténtica belleza.

Regresamos a la Calle Segovia y vamos dirección Este en busca de la calle Dr. Letamendi, donde doblamos a la izquierda y vamos a dar a la plaza del cordón, donde vemos, a un lado la Basílica de San Miguel de estilo Barroco ( año 1739 ) y al otro lado el Monasterio del Corpus Cristi o Convento de las Carboneras ( año 1607 )


Seguimos la calle puñonrostro dirección Norte y en la calle Conde de Miranda doblamos a la izquierda, donde nos encontramos, al final de la calle con la plaza de San Miguel y el mercado San Miguel, antiguamente mercado de abastos (año 1916) y actualmente convertido en una especie de


"centro comercial gourmet" de tapas, donde tienes cosas tan distantes como, un bocadillo de nuestro mejor jamón de jabugo o unas ostras gallegas, todo ello regado con cualquiera de nuestros maravillosos vinos riojas, riberas del Duero, albariño y más denominaciones de origen o con la más amplia variedad de cervezas y alcoholes al gusto del consumidor. Un ambiente agradable y movido, muy turístico, algo caro, pero bien merece la pena para un aperitivo antes de comer. Después de una cerveza con una tapa podemos seguir el camino y buscamos la Calle Cava de San Miguel y la recorremos hasta llegar a las Cuevas de Luis Candelas, bandolero Español del año 1.800, una especia de Robin Hood, que entendía que la riqueza estaba mal repartida, de buena familia, con estudios y según cuenta la leyenda, muy guapo, por lo que conquistaba mujeres y vivía a costa de ellas.


Arco de Cuchilleros

Y bajando por la calle, nos encontramos, en una esquina, uno de los sitios que más nos gusta a los Madrileños, el arco de Cuchilleros.

Es uno de los diez accesos de la Plaza Mayor y está situado en la esquina sur-oeste de la plaza. La considerable altura de este arco se debe al gran desnivel que existe entre la Plaza Mayor y la antigua Cava de San Miguel. El origen de su nombre está en la calle de Cuchilleros a la que da salida y en la que estuvieron los talleres del gremio de cuchilleros, que suministraban sus artículo a los carniceros concentrados, en el interior y aledaños de la Plaza Mayor.


En la actualidad, tanto la plaza mayor como el arco y la calle de Cuchilleros son un destacado punto turístico de la capital Española.


Subimos las escaleras, que nos dan acceso a los arcos y terminamos nuestro recorrido en la plaza mas famosa de Madrid, la Plaza Mayor.

Es hora de descansar y de tomarnos un merecido bocadillo de calamares con una cerveza de barril, tan típico de esta plaza, que si no lo haces es como si no hubieras estado por aqui.


Espero que os haya gustado mi paseo particular y extendido del Barrio de los Austrias. No os perdáis el Barrio de las Letras, donde vivieron y escribieron, muchos de nuestros mas ilustres poetas.



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